1. Personalidad antisocial: Las personas que tienen este tipo de trastorno (por lo general, hombres) presentan un desprecio insensible por los derechos y sentimientos de los demás; y para conseguir algún beneficio material o gratificación personal, explotan a los demás.
Poseen características, tales como toleran mal la frustración, son hostiles o violentas, no sienten remordimiento o culpabilidad; por el contrario, racionalizan cínicamente su comportamiento y culpan a los demás.
Las personas con personalidad antisocial son frecuentemente proclives al alcoholismo, a la toxicomanía, a las desviaciones sexuales, a la promiscuidad y a ser encarceladas. Son propensas a fracasar en sus trabajos y a trasladarse de un sitio a otro. Tienen una esperanza de vida inferior a la media, pero entre los que sobreviven, esta situación tiende a disminuir o a estabilizarse con la edad.
2. Personalidad narcisista: Las personas con este trastorno, se sienten superiores a los demás y una creencia exagerada en su propio valor o importancia. Como creen ser superiores a los demás, esperan ser admirados, y sospechan que los otros lo envidian. Sintiendo que sus necesidades sean satisfechas sin demora, y por lo tanto explotan a los demás.
Su comportamiento es a menudo ofensivo para otros, que les encuentran egocentristas, arrogantes o mezquinos.
3. Personalidad obsesiva-compulsiva: Estas personas, son formales, fiables, ordenadas y metódicas; pero, a veces no pueden adaptarse a los cambios. Sus responsabilidades les crean ansiedad y raramente encuentran satisfacción con sus logros.
Son frecuentemente grandes personalidades, en especial en las ciencias y otros campos intelectuales en donde el orden y la atención a los detalles son fundamentales. Sin embargo, pueden sentirse desligadas de sus sentimientos e incómodas con sus relaciones u otras situaciones que no controlan, con eventos impredecibles o cuando deben confiar en otros.
4. Personalidad esquizoide: Las personas con una personalidad esquizoide son introvertidas, ensimismadas y solitarias. Son emocionalmente frías y socialmente distantes. A menudo están absortas en sus propios pensamientos y sentimientos y son temerosas de la aproximación e intimidad con otros. Hablan poco, son dadas a soñar despiertas y prefieren la especulación teórica a la acción práctica. La fantasía es un modo frecuente de enfrentarse a la realidad.
5. Personalidad límite: Las personas que padecen de este trastorno (generalmente, mujeres) son inestables en la percepción de su propia imagen , en su humor, comportamiento y en sus relaciones interpersonales.
Cuando las personas con una personalidad límite se sienten cuidadas, se muestran solitarias y desvalidas, frecuentemente necesitando ayuda por su depresión, el abuso de sustancias tóxicas, las alteraciones del apetito y el maltrato recibido en el pasado. Sin embargo, cuando temen el abandono de la persona que las cuida, su humor cambia radicalmente. Con frecuencia muestran una cólera inapropiada e intensa, acompañada por cambios extremos en su visión del mundo, de sí mismas y de otras (cambiando del negro al blanco, del amor al odio o viceversa pero nunca a una posición neutra). Si se sienten abandonadas y solas pueden llegar a preguntarse si realmente existen (esto es, no se sienten reales). Pueden devenir desesperadamente impulsivas, implicándose en una promiscuidad o en un abuso de sustancias tóxicas. A veces pierden de tal modo el contacto con la realidad que tienen episodios breves de pensamiento psicótico, paranoia y alucinaciones.
6. Personalidad paranoide: Estas personas proyectan sus propios conflictos y hostilidades hacia otros, son frías y distantes en sus relaciones.
Son incapaces de ver su propio papel dentro de un conflicto. Aunque suelen trabajar en relativo aislamiento, pueden ser altamente eficientes y concienzudos. A veces las personas que ya se sienten alienadas a causa de un defecto o una minusvalía (como la sordera) son más vulnerables a desarrollar ideas paranoides.
7. Personalidad esquizofrénica:Es una enfermedad mental que no conlleva alteración anatómica, y cuya principal característica es que trunca la personalidad del individuo. Este trastorno suele ir unido a otros en la afectividad y en el pensamiento. El estado consciente del enfermo es normal. Su actitud psíquica se caracteriza por el egocentrismo y el aislamiento, y expresa una pérdida de contacto con la realidad. Manifiesta ideas delirantes (persecución, intentos de envenenamiento, influencias extrañas, etc.) y trastornos de la percepción (alucinaciones de tipo auditivo, en las que <<oye>> voces amenazadoras o críticas). Las causas no se conocen con exactitud. Al parecer, intervienen factores generales, psicológicos y socioculturales. La edad más frecuente de aparición se sitúa entre los 15 y 35 años y afecta por igual a ambos sexos. La personalidad se altera de forma gradual o repentina; el contacto con el paciente resulta cada día más difícil y éste se retrae cada vez más en su propio mundo. Es muy difícil distinguir de otras formas de psicosis los síntomas de la esquizofrenia, por lo que existe un rechazo general a usar el término esquizofrenia.